Crítica al artista Julio Gomena

Acontinuación una crítica sobre el artista Julio Gomena que ha realizado la periodista (mi hija) Andrea Momoitio y que ha sido publicada hoy mismo en el diario el MUNDO.

Los colores de la historia

Julio Gomena (Barakaldo, 1949) tiene en su paleta los colores de la desindustrialización de la Margen Izquierda. Estos colores históricos no desentonan con las ciudades modernas o la actividad portuaria que muestra en sus lienzos más actuales.
Las ciudades que le rodean y los restos ya muertos del entorno industrial con el que convive han forjado su obra. Gomena es de esos pintores que forma y reforma su trabajo en relación sus propias vivencias, pero también gracias al estudio de las firmas que se encuentran en las grandes pinacotecas. Ha observado con atención las pinturas negras de Francisco de Goya, la luz de William Turner, la geometría de las composiciones de Francisco Cossío o la minuciosidad en el uso del color de Wassily Kandinski. De todos ellos pueden encontrarse influencias en sus lienzos, pero ninguno ha restado creatividad a su obra. Gomena ha sabido acercarse a la historia del arte para aprender de los grandes maestros, pero lo ha hecho desde su personalidad pictórica.
Los pinceles de Gomena reflejan su entorno y se adaptan, sin temblar, a las circunstancias. Ninguna técnica es desconocida para él: óleo, acrílico, acuarela, encáustica, temple, grafito o técnicas mixtas. La elección de una u otra varía según la temática de la obra porque es esta la que dirige su propia creación.
Todas las horas de trabajo que Gomena ha dedicado al arte han sido recompensadas con innumerables galardones: Medalla de Honor del Premio Internacional de Pintura de BMW, Premio de Pintura Deportiva de MARCA o el afamado galardón de pintura que entrega el Ejército del Aire.
A partir del 13 de diciembre y hasta el 9 de enero podrá visitarse la obra de Julio Gomena en la galería de arte Llamas. Muy cerca del Guggenheim, donde ya no queda ningún rastro de lo que fue Bilbao, podrán acercarse a 25 obras que, inevitablemente, recuerdan lo que fue esta ciudad y su entorno.

Pincha aquí en este enlace para descargarte la crítica del Diario el Mundo.

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